22 de febrero de 2011

CARTA SEMANAL DEL POSI

Dos reuniones, dos orientaciones

El pasado sábado 19 de febrero ha habido dos actos públicos que definen dos orientaciones distintas que tienen una gran importancia para el devenir del movimiento obrero ante los graves ataques que cada día se dan contra los trabajadores y los pueblos.


De un lado, la “sociedad civil”

Por un lado, se celebraba un acto para organizar “mesas de convergencia para una salida social a la crisis”. Es gratificante la preocupación que un grupo de intelectuales ligados a ATTAC y al PCE (Manuel Monereo) han manifestado para convocar esta reunión que ha tenido lugar, paradigmáticamente, en el auditorio Marcelino Camacho de CCOO de Madrid.

Nos cuentan que “nos ha costado trabajo ponernos en marcha porque detrás de nosotros no hay ninguna organización pero ya lo hemos conseguido. Hemos convocado un encuentro para el próximo día 19 de febrero en Madrid con el propósito de comprometernos a promover la convergencia más amplia posible de todas las personas, movimientos, asociaciones u organizaciones que estamos en desacuerdo con lo que está pasando en España, con el recorte de derechos laborales y sociales, con la aplicación de políticas al dictado de los poderes financieros, con el deterioro de nuestra democracia, con el aumento de la pobreza que están provocando y, sobre todo, que tenemos la convicción de que hay otros modos de hacer las cosas, que no queremos renunciar a que la justicia sea una aspiración efectiva y permanente y que estamos dispuestos a vivir bajo otros valores que no sean los de la ganancia sin freno, la competencia y el individualismo. (…)

Es la hora de que entre todos forjemos una voz de la calle que impida que solo se oigan las de siempre, las que solo saben repetir que hay que bajar salarios, recortar el gasto social, salvar a los bancos y hacer lo que ellos digan que tenemos que hacer.

(…). No se trata de formar un partido, ni de elaborar, al menos de momento, un programa de actuación. Nos une ahora una declaración de intenciones muy simple (…)

Sabemos que muchos nos tachan de ingenuos y utópicos porque le estamos diciendo a la gente que, en lugar de mantenerse al abrigo de una vida más o menos cómoda (de momento), tiene que complicarse la existencia y despertar del letargo (…)”

Las intenciones no pueden ser mejores. Pero con las buenas intenciones no se arreglan las cosas. Y en los tiempos que corren, las palabras tienen que ir unidas a los hechos. El texto aprobado habla de reunir a personas “que estamos en desacuerdo con (…) el recorte de derechos laborales y sociales”. Pero entre los convocantes hay personas que han apoyado públicamente el pacto que recorta las pensiones. Entonces ¿a qué recortes se oponen? Porque, curiosamente, el texto difundido pide la “anulación las reformas emprendidas para debilitar el sistema público de pensiones”. ¿Será que estos recortes refuerzan el sistema de pensiones? ¿Diplomacia? El pueblo trabajador está harto de los que dicen defenderle y le recortan los derechos, de los que dicen una cosa y hacen otra.

Veamos lo que dice el llamamiento y las propuestas.

En primer lugar el “manifiesto sencillo pero radical” (toda la información en http://mesasdeconvergencia.wordpress.com") plantea medidas urgentes como un plan de igualdad que entre otras cosas luche contra la “pobreza extrema”, revisión de las “operaciones abusivas” de la banca, financiación urgente de trabajadores autónomos y pequeñas y medianas empresas, renegociación de la deuda pública, y sobre todo sin duda la más radical de las propuestas: “rechazo claro del gobierno de las actuaciones antidemocráticas de la burocracia europea, de su connivencia con los intereses financieros y de sus continuos ataques contra la soberanía de los estados y de los pueblos. Exigencia de un mayor peso del Parlamento Europeo en la toma de decisiones, de un funcionamiento verdaderamente democrático de las instituciones europeas y la supeditación del Banco Central Europeo a los objetivos de creación de empleo y bienestar en Europa…”

La radicalidad de las propuestas se parece mucho al plan de renovación de IU, y no se ve la novedad de la iniciativa.

Dejemos a un lado el que no hay organizaciones detrás. Cayo Lara intervino en la reunión en nombre de IU, y aunque esto no es lo relevante no dice mucho a favor de los convocantes el que intenten esconder estas evidencias.

El problema es que el Llamamiento ignora las principales reivindicaciones de los trabajadores y la lucha contra los principales responsables. Ni menciona el Acuerdo Social firmado por los sindicatos, el Gobierno y la patronal el 1 de febrero. Tiene la pretensión de reunir a las personas activas en los barrios y pueblos en unas mesas en las que hay que ceñirse al programa mínimo para no dividir. Según eso, oponerse al pacto social puede ser dividir, y no cabe oponerse a las reformas concretas impuestas por la UE. ¿A dónde lleva esto? A desviar las energías de los militantes, de los activistas, de los trabajadores y jóvenes planteando generalidades y apartándolos de la lucha política hoy y aquí para detener los ataques salvajes del capital que ellos mismos denuncian: de la lucha por la retirada de la firma del Pacto Social, contra cualquier recorte de las pensiones, por la derogación de la reforma laboral, en defensa de los convenios colectivos.

El Llamamiento “olvida” en particular la existencia de clases sociales con intereses antagónicos, la existencia de la lucha de clases. Y así ignora el brutal ataque actual a la negociación colectiva, los derechos sindicales y la libertad sindical.

Y, en otro ámbito, un llamamiento que dice combatir contra “el deterioro de nuestra democracia, tampoco se pronuncia, como sería necesario, por la legalización inmediata e incondicional de Sortu.

En consecuencia se permite no tocar al Gobierno ni a la Monarquía y proponer una reforma de la Unión Europea para dar más poder a las instituciones antiobreras y antidemocráticas de la UE que están atacando todos nuestros derechos. ¡Cómo si 20 años de Unión Europea imponiendo recorte tras recorte no nos hubieran demostrado ya lo que puede esperarse de este engendro al servicio de las multinacionales!

Entonces, su acción queda en el campo de la “sensibilización”, de la acción pastoral que ha representado Attac. Que no es sino la defensa de una “sociedad civil” no dividida en clases sociales, de que “otro capitalismo es posible”.

Y la única movilización que se ha propuesto en el acto del día 19 es la jornada convocada en el Foro Social Mundial con las iglesias, con capitalistas, etc.

No tratamos de hacer una crítica gratuita. Nos preocupa que con esta orientación la propuesta de crear mesas de convergencia o espacios a la izquierda del PSOE va en dirección muy distinta a las necesidades de los trabajadores y de los pueblos. Los principios radicales cubren la amalgama y ofrecen una cobertura a la capitulación. La venta de lo antiguo como nuevo nos lleva a caminos ya recorridos y fracasados.


Otra reunión y otro método: la defensa de las reivindicaciones de los trabajadores y de sus organizaciones

El mismo día 19 más de 60 responsables sindicales de CCOO y UGT se reunían en el Ateneo de Madrid para ver qué hacer ante el pacto firmado (el Acuerdo Social y Económico) por sus sindicatos que implica en principio un importante recorte a las pensiones y abre la vía a otros recortes en la función pública y la negociación colectiva.

Los militantes reunidos han decido constituir una plataforma de sindicalistas contra el acuerdo social. Emprenden una campaña para que los dirigentes sindicales retiren su firma del acuerdo. Y al mismo tiempo se ha decidido también seguir con la campaña dirigida a Cortes para que los diputados rechacen estos recortes y exigir que no se admitan nuevos recortes en la negociación colectiva.

La dinámica emprendida por los dirigentes sindicales del “mal menor” al subordinarse a los planes de ajuste de la UE amenaza cada conquista. Recientemente en la Comunidad de Madrid los sindicatos CCOO, UGT y CSIF han aceptado prácticamente las condiciones que exigía Esperanza Aguirre para la reducción de representantes sindicales. Según apuntó el coordinador del Área Pública de CCOO de Madrid, Manuel Rodríguez, este acuerdo es “histórico”, sí, pero porque “supone un recorte sin precedentes en los derechos sindicales en la Comunidad de Madrid”, y alega que se sintieron “casi forzados” a aceptarlos. En la misma línea se expresaba el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT-Madrid, Santiago Tamames, al que tampoco le satisface pero alegaba que “más vale un acuerdo regular que un buen conflicto”.

O sea el mal menor. Lo mismo que han argumentado los representantes sindicales para aceptar el recorte de pensiones.

Pero en Murcia los trabajadores y los sindicatos han emprendido otro camino ante el plan de recortes de la función pública y los derechos sindicales del gobierno regional de allí. Llevan meses movilizados masivamente, y a pesar de que el gobierno regional ha hecho concesiones reales e importantes, se han negado a firmar un pacto aceptando recortes en los salarios y aumento de la jornada sólo para este año. Además de las movilizaciones masivas ha habido huelgas generales en varios pueblos y siguen resistiendo. En lugar de aislar a los compañeros de Murcia, lo que hace falta es que los sindicatos nos llamen a hacer todos juntos lo que ellos han emprendido.

Defender las reivindicaciones es el único camino. Luchar unidos, recuperar nuestros sindicatos, exigir democracia en nuestras organizaciones. Lo que a su vez reclama dotarnos de otros instrumentos para organizar la lucha por la democracia.

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