31 de agosto de 2016

Bajar impuestos es de derechas (e insolidario)




Viene de nuevo el debate sobre las ordenanzas fiscales que regularán los impuestos y tasas municipales que serán, a su vez, la base de los recursos, junto a las transferencias del Estado, de que disponga el municipio para los gastos a efectuar.
Lógicamente desde la izquierda se ha defendido que estos recursos sean lo más amplios posibles. Sobre todo porque vía gasto se puede actuar para favorecer a los más necesitados. Lo que se llama la redistribución de la renta. O sea, la justicia social se puede efectuar por la vía del gasto más que por los ingresos.
En nuestro país los recursos de los ayuntamientos son muy bajos en relación a otros países de nuestro entorno. Apenas un 15% de la renta nacional es gestionada por los ayuntamientos, cuando desde hace mas de 30 años la FEMP pide aumentar al doble la parte de la tarta, aumentando las competencias de las entidades locales. Esto dificulta aún más la labor de estas administraciones que son las más cercanas a la población.
La derecha siempre ha sido más insolidaria. Desde los más liberales hasta los más conservadores. Siempre han pensado los ideólogos de la derecha que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los contribuyentes. Y que luego el Estado debe ser lo más pequeño posible. Lo suficiente para mantener una especie de beneficencia para los pobres de solemnidad y, eso sí, mucho Ejército y Policía. Y siempre un Estado que facilite la reproducción capitalista, que esté ahí para salvar a la banca y esas cosas cuando haga falta.
Pero aquí la izquierda ha claudicado, la izquierda oficial no se me asusten, y ahora la socialdemocracia y los que la merodean, defienden que esto de bajar impuestos es de izquierdas.
Pero es de cajón que cuanto menos dinero hay, menos cosas se pueden hacer. Defienden los nuevos gurús de la economía para defender estas medidas que si pones los impuestos altos la gente paga menos o consume menos. Bueno la historia de los impuestos en nuestro país dicen lo contrario. Aquí no pagamos impuestos nada más que los trabajadores. (http://eduardogarzon.net/el-sistema-impositivo-espanol-es-profundamente-injusto/ . Y obviamente un Estado capitalista como este tiene mil escapatorias para que los impuestos se conviertan en una medida confiscatoria para las capas populares y la llamada clase media (¿qué es eso?).
De tal manera que la gente está por supuesto en contra de las subidas de impuestos, porque a nadie le gusta pagar, pero sobre todo, y esto da una cierta legitimidad a esta opinión, porque  la gente está harta de ver como evaden impuestos los ricos, como roban los políticos (¡no todos eh!..) y como la corrupción campa por sus respetos. ¿Debemos pagar impuestos para aeropuertos sin aviones, estaciones de ave sin viajeros, para campeonatos de Fórmula I, etc.?
Pero a lo que vamos es a la contradicción de competir por bajar impuestos y sobre todo en el ámbito municipal.
El pasado año en el debate sobre las ordenanzas fiscales, finalmente no aprobadas al votar en contra el PP y Ahora Getafe, el PSOE proponía bajar el tipo general del IBI, no mucho, y reducir impuestos a viviendas de protección del tipo VPPL que hasta ahora no han tenido derecho por la existencia de un informe municipal (no del gobierno municipal) en contra.
También se propuso por parte del PSOE subir los impuestos a grandes superficies hosteleras, lo que contó con el rechazo del PP y sorprendentemente también de Ahora Getafe.
El PP manifestó en aquellos momentos que si se subía el impuesto a las grandes empresas hosteleras de Getafe las llevaría a la ruina y al despido de decenas de trabajadores. Incluso una delegación de trabajadores de estas empresas, con los datos económicos en la mano, vinieron a pedir a los grupos de oposición el rechazo a esta ordenanza para no llevarles al paro. Sinceramente me hubiese gustado hablar con esos trabajadores y ver esos datos.
El mundo al revés. O sea que ahora el IBI puede llevar a cerrar empresas… Y se hablaba de cifras exageradas para justificar que quien tiene que pagar impuestos son los pobres y no las grandes empresas
Ahora vuelve el PP a pedir que se bajen los impuestos. ¿Qué les importan las necesidades de los ciudadanos más pobres?. Plantean la bajada del IBI, un ridículo 0.014 que podría convertirse en un ahorro de 1 euro en el recibo. Teniendo en cuenta una posible bajada de los valores catastrales, que están realmente desfasados, podría producirse una bajada en los ingresos municipales.
La Iglesia es una de las instituciones que está exenta del IBI por los acuerdos entre el Estado español y el Vaticano. Sería exigible que el Estado compensase esta exención ya que es el Estado quien ha hecho el acuerdo y no los ayuntamientos. Todo mientras que conseguimos que de una vez por todas se separe la Iglesia y el Estado y acabemos con este anacronismo.
En cuanto a los bancos aquí habría que ir a los máximos posibles en tasas a cajeros, IBI por el local y recargos sobre pisos vacíos.
Y luego está la desgravación para las viviendas de protección oficial. Después del culebrón del año pasado ahora podemos caer en la tentación de arreglar un error con otro tremendo error. Aumentar a siete años, como propone AG, la desgravación para las VPPL, supondría aumentar esta exención para todas las viviendas de protección oficial. Y me remito al título del artículo. No se trata de ser los campeones de la bajada de impuestos. Ni querer arreglar ahora, en el caso de AG, el error de haber echado atrás las anteriores ordenanzas. El IBI es un impuesto que afecta por igual a todos los ciudadanos y que solo depende del valor catastral. Pero paga lo mismo alguien que gane 20.000 euros que quien gane 100.000 euros. Y además en el caso de las VPPL puede tratarse de viviendas de hasta 150 metros… dos garajes… en fin hay que plantearse si estas viviendas son las más necesitadas o lo que deberíamos pensar es como devolver a los más necesitados por la vía del gasto lo que no podemos aportar vía la recaudación.
Bajar la deuda. Las modificaciones legislativas han hecho que los ayuntamientos tengan dificultades para gastar más de lo presupuestado. Incluso es difícil llegar a gastar lo presupuestado. Unido a esto hay una especie de competencia por reducir la deuda. Vemos como ayuntamientos como el de Madrid y otros de las llamadas candidaturas de unidad popular se vanaglorian de haber bajado la deuda, mientras muchas necesidades quedan sin cubrir.
Hoy la tarea de los que defendemos la democracia, la autonomía municipal y la lucha contra los recortes en el terreno local, debe empezar por echar atrás todo el entramado legislativo que impide o dificulta el que los ayuntamientos acometan sus tareas. Derogación de la LRSL, de la Ley de ajuste presupuestario… etc. Leyes que impiden contratar trabajadores, ni siquiera renovar las plantillas, municipalizar servicios o crear nuevas empresas públicas.
Y después, a pesar de este marco legal, tener la valentía para defender lo público oponiéndose en la práctica a todas las medidas que limitan la acción municipal.
La posición lógica de la izquierda es la de intentar recaudar lo máximo y de la manera más progresiva posible, con la dificultad que esto entraña por las leyes actuales, y luego revertir los ingresos vía presupuestos a los sectores más desprotegidos o necesitados.
Jesús Béjar

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