Enrique Herrero
ocupa el tercer lugar en la candidatura de AhoraGetafe, detrás de la
candidata a alcaldesa, Vanesa Lillo y la primera para las concejalías, Marta
Esteban. Pero… ¿Quién es Enrique Herrero? ¿Podrías precisarnos un poco más, por
favor?
Respuesta
Soy un ciudadano de
Getafe desde hace casi cuarenta años. He vivido y aprendido de Getafe desde
siempre. Me licencié en Historia en la Complutense y en Periodismo precisamente
aquí en la Universidad Carlos III. Desde hace catorce años soy profesor y he
impartido clases en cuatro centros de secundaria de esta localidad. Hace dos
años que, por fin, me concedieron destino definitivo en Parla, una localidad
que guarda muchas semejanzas con Getafe.
¿Por qué?
Pues por su
composición social y económica, por los problemas que sufre la clase
trabajadora y porque su población lleva la lucha y la resistencia en su ADN.
Los movimientos de protesta se suceden sin descanso; hay un tejido sindical y
político muy potente, un gran asociacionismo. La resistencia a los recortes
allí, como aquí, es constante.
¿Por qué alguien
como tú, inserto en una organización histórica como el POSI, decide formar
parte de la llamada confluencia o candidaturas de unidad popular?
En primer lugar
porque somos militantes obreros y sindicales y porque participamos en cuantos
marcos políticos nos ayudan a intervenir con el conjunto de los trabajadores y las
trabajadoras. Aunque pensamos que las elecciones son un elemento más de esta
democracia deformada, sin embargo a nosotros nos han permitido siempre reforzar
nuestras relaciones con otros sectores de la clase obrera.
Además nosotros entendemos que la
clase trabajadora se expresa de formas diferentes, través de infinidad de organizaciones y todas
ellas son respetables en tanto que se reclaman en defensa de las
reivindicaciones obreras. Por eso, cuando hace ya unos meses que compañeros y
compañeras de los círculos ciudadanos nos propusieron integrarnos en una
candidatura, aceptamos el reto porque entendemos que la prioridad principal es
echar al PP de las instituciones y ese objetivo sólo puede conseguirse con la
unidad de los trabajadores y trabajadoras junto con sus organizaciones.
Pero… ¿eso no
diluye su tradición entre el resto de fuerzas que componen la candidatura?
En absoluto.
Nosotros hemos aceptado multitud de elementos que no son estrictamente
nuestros, desde la participación en las primarias hasta la votación telemática
del programa. Sin embargo desde el inicio hemos dejado clara cuál era nuestra
línea roja: mantener nuestra independencia política. No tenemos ningún
inconveniente en apoyar esta u otra candidatura siempre que se nos garantice
que podremos alternar ese apoyo con nuestros propios actos, en los que
expresemos y reivindiquemos libremente los elementos principales de nuestra
tradición como organización.
¿Y cuáles son
esos elementos?
Pues al margen de
evitar que el PP vuelva a gobernar este municipio, para nosotros es fundamental
la reivindicación de la República como forma lógica de gestión de lo público.
La República no como una cuestión nostálgica o de simple formulación de la
jefatura del Estado. La República concebida como el único marco político en el
que es posible la consecución de los derechos sociales, laborales y económicos
para los trabajadores y las trabajadoras.
Pero eso es un
planteamiento ultimatista. ¿Sin República no hay derechos?
No; no es
ultimatista. Obviamente nosotros entendemos que la República es ese marco pero
no toda República satisface necesariamente las reivindicaciones obreras. Para
nosotros no es simplemente sustituir al monarca por un jefe de estado revocable
cada cierto tiempo. La República que nosotros
reivindicamos se construye de otra manera. Cuando defendemos la sanidad
y la enseñanza públicas, combatimos por la República; cuando nos echamos a la
calle para apoyar a nuestros más de 300 compañeros acusados ante la ley por
ejercer derechos laborales fundamentales, estamos combatiendo por la República;
cuando secundamos y participamos en las huelgas por el mantenimiento de la industria
y los puestos de trabajo, entonces combatimos por la República.
Todo eso son
palabras mayores, pero… ¿qué se puede hacer de eso en un Ayuntamiento?
Mucho. Eso sí,
siempre que haya un cambio que todavía no se ha producido aunque muchos lo den
por hecho. Casi todo el mundo habla de cambio pero aquí de momento el primer
cambio que tiene que producirse es que se vaya el PP del gobierno municipal. Y
a partir de ahí hablamos. Lo fundamental sin duda es recuperar la autonomía y
la democracia políticas de los municipios, exigiendo la derogación de las leyes
de Reforma Local y de Grandes Ciudades y la Remunicipalización de los servicios
privatizados. En definitiva, que los ayuntamientos mantengan y recuperen
competencias y que se les dote de recursos necesarios para llevar a cabo sus
políticas.
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